Este sábado ha fallecido el carismático pívot, el más alto en pisar una cancha NBA. Sus problemas de riñón y una grave afección de la piel pudieron con un jugador inolvidable
Día negro para la historia del deporte africano, para la NBA y para el propio baloncesto. Manute Bol, el gigante de Sudán que revolucionó la liga norteamericana por sus centímetros, ha muerto a los 47 años de edad en el hospital de Charlottesville, según ha confirmado su amigo Tom Prichard en el Facebook.
Manute fue internado el pasado 12 de mayo en el hospital, debido a severos problemas del riñón y una grave afección de la piel que le obligó a ingresar de urgencia en el centro sanitario tras volver de un viaje a su país natal. Él carismático jugador había desarrollado el síndrome de Stevens-Johnson, que le hizo perder trozos de piel.
Nacido en Gogrial, llegó a la NBA en 1985, tras ser elegido en el puesto número 31 del draft por los Washington Bullets. Pronto causó un impacto al otro lado del charco, debido a su imponente talla, 2’31, que le permitía y permite ser el jugador más alto que ha pisado una cancha en la NBA. Mister Tapón promedió 4,9 tapones por encuentro en su año de rookie –récord-, llegando a marcar el segundo mejor registro histórico en un partido, con 15 y finalizando su carrera, en la campaña 94-95 como jugador de los Heat, con más de 2000 en su cuenta personal.
Aún le quedó tiempo para jugar en Uganda y Qatar, pese a la artritis que le afectaba a su rodilla y muñecas y que le lastró en su vida alejado de las canchas de basket, donde vivió muchos contrastes. Ejemplo y modelo por sus proyectos humanitarios, mensaje de paz y campañas benéficas en su país, su divorcio, las dificultades económicas, los embargos y los problemas de salud dificultaron los últimos años de vida de un jugador sencillamente genuino e inolvidable.
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1 comentario:
Joder que tio mas grande. Es una lastima.
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